Thursday, December 18, 2008

no más myolastan

Y de repente, de un baso con dos auriculares, empezaba a sonar esa cancioncilla que, a las 3 am, indicaba que la noche empezaba. No necesitabamos myolastan. Con nosotros tres, la noche se hacía más amena. De la cocina al baño, del baño al armario y de allí, a la ya famosa pared blanca.
Días sin dormir, mañanas inexistentes. Viviendo en una utopía sin fin. Eramos solo tres habitantes en el mundo y solo nosotros sabiamos como hacerlo para pasarlo bien.
Os echaba de menos bebés.

No comments: